Cuatro grandes bancos de Estados Unidos están negociando con Scott Bessent el préstamo repo de hasta 20 mil millones de dólares para que Argentina pueda asegurar el pago de los bonos, pero en el mercado dicen que el problema son las garantías que debería ofrecer Milei.
Las entidades que pondrían los fondos a pedido del secretario del Tesoro son el JP Morgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citigroup, según reveló el sitio especializado Semafor. Otras fuentes señalan también al banco español Santander.
Ese medio señala que las fuentes advirtieron que las conversaciones aún están en curso y que se están negociando las garantías específicas que debería poner Argentina. En el anterior repo con bancos internacionales, Caputo puso los Bopreales como garantía.
El presidente de Goldman Sachs, John Waldron, fue consultado sobre estas versiones y evitó responder, pero adelantó que pondrán dinero si se lo piden Bessent y Trump. "Hacemos todo lo posible para ayudar en situaciones como ésta para proporcionar capital si conviene al gobierno estadounidense", indicó.
Argentina: ¿un pequeño Vietnam financiero?
Un documento que circula en el mercado al que accedió LPO indica que lo que falta definir son los activos que pondrán Milei y Caputo como garantía. En ese trabajo se destaca que los activos argentinos con verdadero valor son YPF y el Banco Nación.
Para Milei poner a YPF como garantía para un repo sería muy peligroso porque implicaría una admisión en el juicio en Nueva York contra el fondo Burford, que está pidiendo las acciones como pago de la indemnización de 16 mil millones de dólares, a lo que el gobierno responde que es una empresa privada.
Ese documento alerta que más allá de que Argentina consiga fondos para garantizar el pago de los bonos en 2026 -que parece el único interés de Bessent para ayudar a sus amigos-, el país necesita medidas concretas para generar una solidez concreta de la economía.
Es que -como contó LPO- en Estados Unidos están descubriendo que la economía argentina puede ser una verdadera trampa, un Vietnam financiero, en el que no alcanzan los anuncios y los tuits de Bessent y donde hay un problema mucho más profundo.