El presidente Javier Milei, que viajó a Noruega en vano porque no vio a María Corina Machado ni se reunió con ningún funcionario, arribará a la Argentina este jueves a primera hora para darle el visto bueno y firmar el proyecto de reforma laboral. Si bien el martes jefe de Gabinete Manuel Adorni había dicho que el proyecto ya estaba terminado y que el gobierno lo presentaría antes de que termine el día, lo cierto es que, debido a la resistencia sindical --reflejada en la ausencia a la última reunión del Consejo de Mayo de Gerardo Martínez, de la CGT-- el texto habría sufrido modificaciones y “la parte sindical”, ahora dicen en Balcarce 50, “quedará para otra ley”.
Milei viajó en vano a Noruega porque no se reunió allí ni con el rey Harald V, ni con el primer ministro Jonas Gahr Støre --cómo estaba planificado y habían enviado en la agenda presidencial--. Y, para colmo, tampoco llegó a ver a María Corina Machado, por quién había decidido viajar junto a su comitiva. Ella llegó más tarde de lo planificado, una vez que la premiación había terminado, y Milei ya se había ido.

En Casa Rosada explicaron a este diario que el Presidente decidió adelantar el regreso al país porque “en la Argentina hay mucha agenda de trabajo”, y porque “ante la incertidumbre de la llegada de Maria Corina Machado a Oslo, la comitiva argentina decidió dejar ese espacio protagónico para ella y volverse”.
Lo cierto es que, más allá de las excusas, Milei tuvo que acelerar la vuelta para poder revisar y firmar la nueva versión del proyecto de reforma laboral que, a diferencia de lo que había dicho Adorni, aún no estaba cerrado.
Después de las discusiones que, en el marco del Consejo de Mayo, hubo entre el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger y la CGT, las negociaciones extraoficiales entre el gobierno y la central obrera siguieron durante la tarde-noche del miércoles y también el jueves.
El vocero y jefe de gabinete, que el día anterior había dicho que la reforma se subiría a la página oficial del gobierno el miércoles por la tarde-noche, el jueves dio una nueva conferencia de prensa en la que dijo que la reforma “ya estaba lista”.
Si bien desde el entorno del mandatario alardeaban con que “No hay problemas con la GGT”, y agregaban que “no le tenemos miedo a esa gente”, ante la amenaza de la central obrera de comenzar un plan de lucha y tomar medidas de fuerza --el jueves habrá una reunión--, comenzó a correr el rumor de que desde la Casa Rosada iban a sacar del borrador que circuló el fin de semana todo aquello que estaba vinculado con recortar o eliminar los derechos sindicales. Entre ellos, la posible eliminación de la cuota solidaria, algo con lo que insistía Sturzenegger.
El jueves por la tarde se vio en los pasillos de la Casa Rosada al secretario de Justicia Sebastián Amerio. Él subía y bajaba las escaleras y entraba y salía de los despachos del ministro del Interior Diego Santilli y del asesor sin cargo Santiago Caputo. El rumor era que estaban terminando de delinear los puntos de la reforma laboral que, a diferencia de lo que dijo Adorni, aún no estaba terminada.
“En otra etapa vamos a hacer una reforma sindical. Milei no les tiene miedo y eso va a salir más adelante. No hay que subestimar a este gobierno”, se defendían en el oficialismo el jueves por la tarde y, de ese modo, aceptaban de manera implícita que habían realizado cambios importantes vinculados a lo sindical.
“La reforma se aprobará y daremos vuelta la página. No hay mucho para analizar. Si toman medidas de fuerza es un tema de la CGT, que se expresen como mejor les parezca”, puntualizó Adorni en la conferencia de prensa del miércoles.
Luego, Adorni confirmó: “Entendemos que las modificaciones que haya que hacer en materia sindical van a ser parte de una segunda ley, por lo tanto, en principio no habría modificaciones”.
Otra de las cuestiones que adelantaron desde la casa de gobierno es que, una vez que Milei regrese a La Argentina --el vuelo aterrizará a las 7 de la mañana del jueves--, y el proyecto de ley esté firmado, desde el oficialismo comenzarán a enviar una serie de resúmenes del mismo y habrá tres funcionarios dedicados a oficiar de voceros sobre el tema y aclarar las consultas.
Ellos serán: El ministro de Desregulación Federico Sturzenegger; el Secretario de Transformación del Estado y Función Pública Maximiliano Fariña y también el secretario de Trabajo Julio Cordero.