El precio de la carne vuelve a tensionarse en vísperas de las fiestas de fin de año, en un escenario donde carniceros y frigoríficos anticiparon incrementos y reconocieron una marcada caída del consumo.

Las ofertas buscan sostener el consumo en un contexto de caída de ventas y aumentos acumulados de 80 % en el año.La advertencia la hicieron Luis Sotelo, titular de la Cooperativa Unidos Limitada, y Julio Augusto, vicepresidente de la Cámara de Frigoríficos del Chaco, quienes describieron cómo la suba nacional de la hacienda y la menor disponibilidad de novillos ya impactaron directamente en el mostrador hace quince días.
Ventas en baja y precios que no dan respiro
A nivel local, Luis Sotelo reconoció que el movimiento previo a las fiestas no se parece en nada al del año pasado. "Hasta ahora se está vendiendo menos; para estas fechas la gente ya se movía para evitar la corrida de último momento", explicó.
La demanda de cortes tradicionales —peceto, matambre, costilla, vacío y lengua— se mantuvo, pero con menor volumen. La costilla, un termómetro del consumo popular, pasó de costar entre $11.000 y $11.500 a ubicarse hoy en torno a los $14.000, un salto que condiciona al consumidor y a los comercios barriales.
El referente del sector cooperativo agregó que, aunque la carne ya tuvo una suba hace unas semanas, los comercios evitaron remarcar nuevamente para no profundizar la caída de ventas. La tendencia coincide con lo que ocurre a nivel nacional: según Ciccra, el precio de la hacienda en noviembre aumentó 21%, pero solo un 7% llegó al mostrador porque la cadena absorbió el resto por temor a vender aún menos. Esa presión se mantiene mientras el consumo se retrae y el aguinaldo amenaza con recalentar la demanda en un contexto de oferta limitada.
La producción empuja y anticipa nuevas subas
La media res que ingresa a las carnicerías ya aumentó un 12,8% en lo que va de diciembre y alcanzó los $9000 por kilo, superando incluso el ajuste del kilo vivo en Cañuelas, que fue de 6,8%. La referencia impactó en todos los cortes y se suma al acumulado posterior a las elecciones, donde el kilo vivo subió 33%.

Los cortes para las fiestas ya muestran aumentos en las carnicerías, con la costilla que supera los $14.000 por kilo.En este marco, agrónomos y analistas apuntan a un nuevo incremento en las próximas dos semanas: Andrés Costamagna proyectó al menos un 5% adicional antes de Navidad. Las cadenas de supermercados, con estrategias propias de importación o producción ganadera, moderaron parte de la presión, pero admitieron que la carne vacuna lidera la inflación interanual con un 65% de aumento. 
Exportación y el desafío de sostener el mercado interno
Desde el sector frigorífico chaqueño, Julio Augusto sostuvo que el mercado interno quedó atado a la dinámica exportadora. "Todo se rige últimamente por los exportadores", afirma. Si la demanda externa continúa firme, advierte que el consumidor local podría terminar pagando valores similares a los internacionales. Aunque reconoció que todo dependerá de cómo se comporte la hacienda más cerca de las fiestas y de la cantidad de animales disponibles para darle un número concreto al aumento.
Augusto remarcó que desde el inicio del año la carne aumentó cerca de 80% y que el consumo no logra recuperarse. La incertidumbre es doble: por la oferta limitada y por la baja capacidad de compra del mercado interno.
A días de las fiestas, la incertidumbre domina un rubro clave para la mesa familiar y deja claro que los próximos ajustes dependerán —más que nunca— de la disponibilidad de hacienda y del poder de compra del bolsillo argentino.