Luiz Inácio Lula da Silva anticipó este sábado que pretende postularse para un nuevo mandato en las elecciones presidenciales de 2026, tras haber cumplido periodos presidenciales entre 2003 y 2007, siendo reelecto ese año hasta 2011 y desde 2023 hasa la actualidad.
"Ellos no saben lo que estoy pensando. Así que prepárense, porque si todo está como estoy pensando, este país va a tener por primera vez un presidente electo cuatro veces”, declaró el mandatario brasileño durante una ceremonia en la que se anunciaron inversiones de Petrobras en el área de refinación y petroquímica.Con mandato hasta 2027, adelantó que “si todo está como estoy pensando”, se volverá a postular a la presidencia del gigante sudamericano, con la pretensión de volver a ser ungido por el voto popular, la que sería su cuarto mandato.
A los 78 años, el fundador en 1980 del Partido de los Trabajadores (PT) continúa siendo una figura central en el tablero político del Brasil y la región, con una notable influencia global, y su ahora postulación preanunciada en Rio de Janeiro representa una noticia de relevancia no solo para los brasileños.
Lula en Buenos AiresEsta semana, Lula estuvo en Buenos Aires no solo para participar de la Cumbre del Mercosur, donde mantuvo una fría relación con Javier Milei, sino también para encontrarse con Cristina Fernández de Kirchner, a quien le manifestó su solidaridad.
El encuentro tuvo lugar en el departamento del barrio porteño de Constitución donde la exmandataria cumple la prisión domiciliaria, tras ser condenada a seis años en la Causa Vialidad. Quienes presenciaron también la reunión de Lula y Cristina fueron el diputado nacional de Unión por la Patria (UxP) Eduardo Valdés, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
“Hoy recibimos al compañero Lula en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”, indicaba la expresidenta en sus redes sociales.
Y añadía: Lula también fue perseguido, también le hicieron lawfare hasta meterlo preso, también intentaron callarlo. No pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño y la frente en alto. Por eso hoy su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad”.