El Sumo Pontífice llegó en silla de ruedas al centro carcelario Regina Coeli donde tuvo un encuentro con unos 70 reclusos.
En silla de ruedas, el papa Francisco visitó la cárcel romana Regina Coeli para celebrar con algunos presos este Jueves Santo, una tradición que cumple desde el inicio de su pontificado.
Pese a su convalecencia por sus problemas de salud, el Sumo Pontífice arribó al centro carcelario ubicado en el barrio romano de Trastevere, cerca al Vaticano, poco antes de las 15 (horas locales) a bordo de un coche.
El Papa fue recibido por la Directora de la Prisión, Claudia Clementi, y por el personal, pero también se encontró con unos 70 reclusos de diversas nacionalidades que participan regularmente en las actividades y catequesis organizadas por el Capellán del Instituto.
Tras un breve saludo del Director, que expresó el agradecimiento de toda la comunidad por la visita, Jorge Bergoglio aseguró que le gusta hacer cada año “lo que Jesús hizo el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel”.
“Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y por sus familias”, agregó, sin embargo, al final de un momento de oración, saludó individualmente a cada uno de los presos en la Rotonda.
La visita, que duró unos 30 minutos, no había sido confirmada previamente por la Santa Sede ya que dependía del estado de salud de Francisco, que se encuentra todavía convaleciente desde que salió del hospital el 23 de marzo, después de 38 días ingresado por una neumonía bilateral.
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