La Policía del Chaco montó un operativo para detener a José Luis "Curucho" Torres, acusado de integrar una banda criminal que fue desbaratada con 92 kilos de marihuana en La Leonesa.
Durante un operativo realizado en la madrugada de este miércoles, efectivos policiales intentaron dar con el paradero de José Luis Torres, alias «Curucho», en una vivienda del barrio Quebracho de Fontana, pero no lograron dar con el prófugo.
Torres es buscado en el marco de una causa por infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes Nº 23.737, con intervención del Juzgado Federal N°1 a cargo de la jueza Zunilda Niremperger.
Según informaron fuentes policiales, el procedimiento se realizó cerca de las 00:05 en una vivienda ubicada en la intersección de las calles Perú y Roldán, tras recibir información que indicaba que Torres podría estar escondido en la casa de su pareja.
Al llegar al lugar, los agentes observaron un vehículo Ford Focus rojo estacionado en la vereda y entrevistaron a un joven de 22 años, quien sería la nueva pareja de la exnovia de Torres, el mismo manifestó que el rodado era de su padre y que se encontraba en el domicilio de su novia.
También se entrevistó I.N.V, de 33 años, quien aseguró ser expareja de Torres. La mujer autorizó el ingreso al domicilio para que se realice la inspección correspondiente, pero los agentes no encontraron al hombre buscado.
El operativo finalizó sin novedades, aunque la investigación continúa para dar con el paradero de José Luis Torres.
El joven señaló que se trasladaba en una motocicleta de 110cc cuando colisionó con otro motovehículo, cuyo conductor se habría dado a la fuga del lugar.
Un exagente carcelario se quitó la vida luego de las acusaciones de abuso sexual realizada por su hijastra menor en la escuela.
Desde el Ministerio Público Fiscal indicaron que la mujer quedó imputada por el delito de lesiones leves reiteradas. No se descarta la posibilidad de que agraven las acusaciones.
El hecho ocurrió en la localidad de Florencio Varela. La Policía montó un operativo encubierto en la casa donde se escondía el acusado de abuso sexual.
El hombre de 34 años, con discapacidad auditiva y esquizofrenia, deambuló con una foto de la cabeza en su celular y luego ingresó a una clínica cercana donde confesó lo ocurrido. Le propinó, por lo menos, 50 hachazos.